NO TEMÁIS A LOS QUE MATAN EL CUERPO.
Hermanos en Cristo:
No nos confiemos que seremos salvos de la perdición eterna, por el hecho de llamar Señor, a Jesús el Cristo; porque muchos serán los llamados y pocos los escogidos.
Porque Jesús dijo:
No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará al reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. (Mateo 7:21).
Recordemos la enseñanza de la parábola de las diez vírgenes (Mateo 25); todas fueron llamadas a las bodas, y todas tenían lámparas en sus manos, es decir, la Biblia;
Pues, la revelación dice: "Lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mis caminos" (Salmos 119:105).
Y si las lámparas representan la palabra de Dios, entonces el aceite en ellas, representa el conocimiento de la palabra de Dios.
De manera que la enseñanza de la parábola de la diez vírgenes está orientada en mostrar que en la Biblia está el conocimiento de las señales que manifiestan la pronta venida del esposo para las bodas, y el esposo es Cristo, y su novia son las vírgenes prudentes.
No nos confiemos, pues, que todo lo sabemos, y no falta nada más por saber, porque los que fueron instruidos, en estos últimos tiempos, acerca de la venida del Señor Jesús, y nuestra reunión con él, fueron engañados y mal enseñados (2Tesalonicenses 2:1-3), y corren grave riesgo de ser destruidos por la falta del verdadero conocimiento. (Oseas 4:6).
Satanás no se durmió en los laureles, como decimos por aquí en Venezuela, porque él preparó de ante mano, su jugada final, en estos últimos tiempos, que consiste en tergiversar totalmente el sentido correcto de cómo se cumplirán las palabras de Dios establecidas y determinadas a través de los santos profetas antiguos, por Jesucristo, y por sus apóstoles hasta Pablo, porque más apóstoles no existen.
De modo, que todos aquellos que enseñaron la doctrina de la desaparición misteriosa de la Iglesia, llamada "el rapto", sirvieron al error y a la confusión, y no a la verdad del evangelio como lo advirtió Dios por medio del apóstol Pablo, cuando dijo:
1 "Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él,
2 os rogamos, hermanos, que no os dejéis mover fácilmente de nuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabras, ni por cartas como que si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca.
3 Nadie os engañe en ninguna manera, porque no vendrá, sin que antes venga la apostasía y se manifieste el hombre de pecado, el Hijo de perdición,
4 el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios, o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.
5 ¿No os acordáis que cuando yo estaba todavía con vosotros os decía esto?
6 Ahora vosotros sabéis lo que lo detiene, a fin de que a su debido tiempo se manifieste;
7 porque está en acción el misterio de la iniquidad, sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él, a su vez sea quitado de en medio.
8 Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida;
9 inicuo, cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos, y con todo engaño de iniquidad, para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos.
Por eso Dios les envía un poder engañoso para que crean la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que complacieron en la injusticia."
El Apóstol Pablo, tiene mayor autoridad que John Darby, que Cyrus Ingerson Scofield, que J. Dwight Pentecosts, que Wil Malgo, que Hal Lindsey, que Yiye Avila, que John Hagee, que Armando Álducin y muchos otros, que se adhirienron a sea doctrina, apartandose del consejo de Pablo y de todos los Santos Escristos, y son principales responsables de toda esta confusión interpretativa de la Biblia en los últimos tiempos. Y a estos se unen todos los pastores y ministros, con sus institutos bíblicos que se han constituido para hacer prosélitos que van confundiendo más y más a los que buscan la salvación. Esto debo decirlo sin ninguna reserva.
Satanás, a través de la doctrina del rapto trata de infundir miedo a los que se acercan al conocimiento de la verdad; enseñando que la única forma de escapar de la manifestación de anticristo, para no ser perseguido en la gran prueba de fe, es que Dios nos saque de este mundo justo antes de la prueba final con la manifestación del anticristo; contradiciendo a Jesús nuestro Señor, quien oró al Padre por nosotros, los que habríamos de creer en él, rogándole que no nos quitará del mundo, sino que nos guardara del mal. (Juan 17:15), aconsejandonos que no temamos a los que nos matan, porque lo mas que pueden lograr hacer, si nos capturan, es destruir nuestros cuerpo, pero el alma y nuestras riquezas en gloria, no las podrán tocar, ni destruir. (Mateo 10:28).
De manera que seremos guardados de la perdición eterna, mediante la fe (1 Pedro 1:5). Siendo este, pues, el verdadero contexto de la promesa que Dios nos hizo en Apocalipsis 3:10, cuando nos dice:
"Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra."
La doctrina del rapto es carnal, porque promete la salvación de la carne que para nada aprovecha, porque nosotros debemos ser sometidos a muchas pruebas a ver si somos dignos de la salvación eterna, que se nos ofrece gratuitamente; por lo cual dijo: "Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, y del evangelio, la salvará. Porque ¿Qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?
De manera, que no es sólo creer en Jesús, sino creer en el verdedero mensaje del evangelio que anuncia que Jesús regresará de la manera como fue determinada y no como lo desea creer el hombre.
El plan de salvacion que Dios diseñó y puso en marcha desde el principio de la creación, tuvo un costo extremadamente elevado, el sacrificio de Hijo de Dios. Esa es la razón por la cual Dios no admitirá que nadie tergirverse el sentido exacto de su plan y de su bendita Palabra, bajo el orden detallado de cómo ha de cumplirse su profecía. Porque de esta perfección del cumplimiento de su Palabra y de su entendimiento, dependerá la unión de todos los salvos bajo una misma fe, una sola doctrina, y un mismo sentir.
Me asombra ver y escuchar a la mayoría de personas que abordan el tema del evangelio de Cristo, como si fuera cualquier cosa que se habla y se puede opinar de muchas maneras, respetándose entre ellos sus ideas y conceptos, donde se parcializan por un pensamiento o una idea humana, defendiendo sus razonamientos con argumentos vanos.
Por eso Jesús dijo:
"No penseis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido a abrogar sino para cumplir.
Porque de cierto os digo, que hasta que pasen los cielos y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido.
De manera que cualquiera que quebrantar unos de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos.
Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que los de los escribas y fariseos, no entrareis en el reino de los cielos." (Mateo 5:17-20).
Yo mismo, al llegar a los pies de mi Cristo y participar en las diferentes congregaciones de la fe evangélica, me di cuenta que la mayoría de ellas tenían inmensas lagunas que inundaban e inundan aún, el verdadero conocimiento del evangelio de Cristo, por lo cual no afiancé mi fe en fundamentos vanos, y preferí, mantenerme al margen de enseñanzas de hombres, antes de ponerme a creer y enseñar cosas con sentido humano y no espiritual.
No sé que les hizo pensar a esta última generación, que los errores doctrinales que ya se generaban desde la época del apóstol Pablo, no nos afectarían a nosotros en estos últimos tiempos, como lo registran todas sus cartas y las de los demás apóstoles, todas ellas aconsejan de las falsas doctrinas, y direccionan nuestra fe para que no nos desviemos de la verdad del evangelio de Cristo.
Los tiempos que Dios ha determinado se han cumplido a la perfección, y ya estamos viviendo la septuagésima semana de la restauración del pacto de Dios con Israel en Jerusalén. Estos son conceptos verdaderos del plan de Dios, referido al tiempo que Dios determinó al mundo en función de la restauración de pacto de Dios con Israel desde su regreso de la deportación a Babilonia.
De manera que el esquema y concepto de lo que habría de ocurrir para que el pueblo santo de Dios tenga la certeza del advenimiento del Señor Jesús por segunda vez a la tierra, fueron desvirtuados engañozamente, antes de levantarse esta última generacion; de manera que la gran tribulación no es un período de siete, ni corresponde de manera alguna, a un pacto del anticristo con Israel; y la desaparición de los cristianos, en lo que se acuñó con la palabra "rapto", termino usado por primera vez por un hombre llamado John Darby (1830 dC.), es solo una mentira que ha venido imponiendo Satanás a través de sus ministros entre el pueblo de Dios. Y ha causado gran confusión.
Es tiempo de despertar y ser instruidos en la verdad del evangelio del reino.
Cristo viene por su iglesia y nos arrebatará estando vivos, o muertos en Cristo. Porque en ambas formas, somos del Señor. Amén.
Cristo viene pronto.
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