JESÚS FUE ASESINADO. Y SUFRIÓ HASTA SU ÚLTIMO ALIENTO DE VIDA.
El viernes 14 de Nisán del 5779, 19 de abril, publiqué un post anunciando que nuestro Salvador fue asesinado justo un día viernes 14 de Nisán del año 33. El término es duro, pero fue la más terrible realidad que presenció toda la creación visible e invisible, y no podemos tapar el sol con un dedo. Creo que llegó el tiempo de decir verdades.
Muchos comentarios fueron contenciosos, porque no se enfocaban en el hecho del sacrificio de nuestro amoroso Dios, sino en cosas de segundo orden, como el dia que murió, o que él entregó su vida voluntariamente que tenía que ser de ese modo, deportivamente hablando.
Entonces uno de los comentarios que respondí, fue el siguiente:
"Jesucristo murió porque así tenía que ser para abrirnos una puerta de salvación, a él no lo mató nadie, él se dio en rescate por nosotros. Dio su vida por nuestros delitos y pecados. Pero resucitó al tercer día y está a la derecha de Dios, intercediendo por nosotros. Él no se quedó muerto, él está vivo."
Esta fue mi respuesta:
Ud. Dice que a Jesús no lo mató nadie, déjeme decirle que el Apóstol Pedro opinó diferente que usted.
Y Pablo dice en Galatas 1, que si nosotros anunciamos diferente evangelio del que hemos recibidos de ellos, los apóstoles, seremos malditos, o anatema.
Porque el apóstol Pedro dijo, a los judios:
"Mas vosotros negasteis al Santo y al Justo, y pedisteis que se os diese un homicida,
y matasteis al Autor de la vida, a quien Dios ha resucitado de los muertos, de lo cual nosotros somos testigos. (Hechos 3:14-15).
Hermana, Al leer la Biblia y creyéndola, podemos entender que todo tenía que cumplirse de ese modo, para nuestra salvacion. Mas sin embargo, el hecho de que Dios nos haya hecho saber todas sus intenciones, sometiéndose él mismo al escarnio, al padecimiento hasta la muerte, no por eso debo conformarme en que su muerte solo fue una profecia de las muchas otras que tambien habrían de cumplirse. Y creer, que Dios estuvo obligado a salvarnos por el simple hecho de que estaba escrito.
Es justamente, ese sentimiento, de dolor y compasión que Dios quiere ver y percibir en el corazón del hombre para querer salvarlo.
Escuche bien, la salvación del hombre se trata de que a Dios le conmueva su arrepentimiento, expresado en el sentimiento de su corazón por lo que Dios fue capaz de hacer por salvarnos; que a su vez, produce que el alma arrepentida amé profundamente a Su Señor y Salvador, condoliéndose por el dolor que le causó nuestra culpa.
De manera que la salvación no depende de quien corre ni de quien quiere, sino que Dios tenga misericordia.
Muchos creen que porque han confesado a Dios con sus labios, es suficiente requisito para ser salvos, por el hecho de leer en la Biblia que todo el que invocare el nombre del Señor, será salvo.
Para entonces, reclamanle a Dios que ellos tienen derecho a ser salvos, conforme a la palabra, porque ellos le confesaron, y echaron fuera demonios, profetizaron e hicieron muchos milagros en su nombre, pero Dios les declarará:
Nunca os conocí, apartaos de mi, hacedores de maldad. (Mateo 7:23).
No puede haber peor desprecio, que creer que Dios estuvo obligado a salvarnos porque así estaba escrito.
Cuando, por el contrario, lo que debemos hacer es lamentarnos y sufrir por el cruel tormento que experimentó nuestro Señor, haciendo las primeras obras de arrepentimiento, que metafóricamente hablando, compungirse de corazon, y llevar esa cruz que él llevó, como lo hizo Simón de Sirene. Y batallar en la fe del evangelio y en santidad, sin la cual, nadie verá a Dios.
Por favor, no estoy condenando a los judios, por el contrario, tambien me lamento por lo que ellos hicieron por su ignorancia. Mas la transgresión de ellos es la riqueza de los gentiles, como lo dijo el Apóstol Pablo. Ellos ya recibieron su castigo por lo que hicieron, toda la humanidad fue testigo en todos los tiempos, durante 1970 años desde la muerte de Cristo, de todo lo que sufrieron.
Pero a pesar de su terrible rebelión contra Dios, no obstante, sus promesa y pacto con Israel fueron fieles, y prometió restaurado al final de los tiempos.
Jeremías 31:
35 Así ha dicho Jehová, que da el sol para luz del día, las leyes de la luna y de las estrellas para luz de la noche, que parte el mar, y braman sus ondas; Jehová de los ejércitos es su nombre:
36 Si faltaren estas leyes delante de mí, dice Jehová, también la descendencia de Israel faltará para no ser nación delante de mí eternamente.
37 Así ha dicho Jehová: Si los cielos arriba se pueden medir, y explorarse abajo los fundamentos de la tierra, también yo desecharé toda la descendencia de Israel por todo lo que hicieron, dice Jehová.
Así, que no podemos esconder el hecho consumado del lichamiento que sufrió nuestro Salvador, que fue asesinando, no por los judíos, sino por el hombre. El hombre lo asesinó. El hombre debe, pues, arrepentirse y volverse a Dios. Porque hay sólo dos lugares, hay dos caminos, la salvación que Dios ofrece, o la perdición en el lago de fuego. Los que decidan volverse a Dios, no serán culpables del asesinato del Hijo de Dios. Los se reusan a arrepentirse serán condenados por sus pecados por no haber aceptado la única forma de salvación que Dios ofreció de su inmensa bondad. Amén.
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